"Fracasé una vez, fracasé diez mil y aún así alzo mi copa hacia el cielo"
Nacho Vegas
Han pasado 42 días desde la última vez que escribí,en 42 días han pasado muchas cosas, muchisímas, hoy mi vida no tiene nada que ver con la vida que tenía hace cinco semanas, todo cambió radicalmente, aún no sé si para bien o para mal pero cambió.
Mis ganas de escribir desaparecieron, ya saben como es esta vida, mis sueños de obtener una beca se vieron reemplazados por la realidad, no me dieron nada, aunque estuve muy cerca, es la tercera vez que estoy muy cerca de obtener algo y no lo logro, ya se esta volviendo una costumbre esto de fracasar en los concursos literarios, pero en fin, después de ver la oportunidad tan cerca y al final no obtener nada me deprimí mucho, y las ganas de escribir se escondieron, se fueron por varias semanas. Hoy han vuelto de una forma incontrolable, ansiaba ya salir del pinche trabajo para llegar a escribir, ah si, esa es la otra cosa que ha cambiado en mi vida, ya tengo trabajo, un trabajo que nunca pensé que podría tener, alguna vez escuché una frase que decía " Uno no es lo que quiere, sino lo que puede ser" y es la descripción perfecta de mi nueva vida.
Trabajo en una constructora, creo que nunca en mi vida había mencionado esa palabra, un trabajo totalmente ajeno a mi y a mis aspiraciones, no lo busqué, llego como las malas noticias, sin avisar y de sorpresa, alguien tuvo la amabilidad de recomendarme y de pronto me llaman, me ofrecen una entrevista, voy, pasan dos semanas, pensé que ya se había olvidado el tema y de pronto, el lunes pasado me llaman y me dicen que al siguiente día comienzo a trabajar. Obviamente lo acepté, tampoco estoy en condiciones de estar rechazando trabajo, mi puesto es administrativo, no es la gran cosa, pero tampoco es tan malo, los primero días quería renunciar porque yo no sé absolutamente nada de cosas de construcción, pero he ido aprendiendo y la jornada laboral se han tornado más amenas, aparte tengo la suerte de tener un par de buenos compañeros y eso hace más fácil las cosas, pero pues sigo sin entender cuando la gente me felicita por tener un trabajo, como si fuera lo mejor que me ha pasado, como si fuera la máxima aspiración de cualquier ser humano.
Hoy soy lo que tanto temía, tengo la vida picapiedra, me levanto a las 6.30 todos los días, trabajo a media hora de mi casa, regreso al oscurecer, leo el periódico, ceno, me baño, me duermo y espero que la vida vuelva a comenzar, ahora tomo café por las mañanas, caliento mi comida en el horno de la empresa, mi computadora esta llena de archivos que hablan del trabajo, mi platica con mis amigos en nuestras noches de borracheras giran en torno a mi nuevo estilo de vida, que espero no sea así por mucho tiempo. No me va tan mal, sé que podría ser peor, siempre podrá ser peor, pero nunca me imagine que iba a andar hablando sobre sierras para tablaroca y brocas de ocho pulgadas, pero no hay opción, uno no es lo que quiere sino lo que puede ser.
La vida me decepciona, el lunes mientras veía fijamente al cerro del cubilete me sentía muy decepcionado de mi mismo, esto podría ser el comienzo de mi nueva vida y no me gustaría que fuera así siempre, pero no tengo opción, tengo un trabajo que a lo mejor muchos quisieran, tengo muchas comodidades y un pinche sueldo seguro, pero ya no soy libre, ya no puedo leer como lo hacía antes y me da mucho miedo que al final me terminé gustando y me resigné a "vivir" así el resto de mi vida.Me da miedo que la comodidad reemplace mis ganas de escribir, yo pensé que todo sería más fácil, pero ese fue otro de mis grandes errores, pensé que era lo suficientemente bueno escribiendo y que todo se daría según lo planeado, pensé que la vida sería como en los libros de Paulo Coelho, pero no, todo esto resulta peor que una novela de Sartre.
Obviamente no renunciaré nunca a escribir, a menos que mueran estás ganas y termine teniendo tres hijos y hable en primera persona de la empresa, espero nunca tener pláticas en las que diga " Pues hemos hecho grandes negocios con otras compañías" espero que siempre quede en mi este espíritu un poco contestatario y nunca me sienta parte de nada.
Ahora que he conocido a grandes ejecutivos de empresas gigantes me alegra mucho no haber sentido nunca deseos de estudiar para ser un gran hombre de negocios, me deprimen enormemente, no sé como pueden llegar a dar su vida en bienestar de una empresa, de malgastar su vida por el simple hecho de querer obtener dinero y más dinero, a mi me sigue pareciendo muy vulgar la idea de dedicar la existencia completa en pos de obtener dinero, no sé como se pueden sentir tan superiores por el simple hecho de tener un puesto importante en una empresa en la cual no son importantes, no entiendo y creo que nunca entenderé.
Pero pues es lo que hay ahora, lo tengo que vivir, no saben lo feliz que me siento de que hayan vuelto estas ganas por escribir, lo intenté un par de veces en estos días y no salía nada,hoy tengo mil cosas que contar,tengo mucho que escribir, espero no haber perdido el toque ( si es que alguna vez lo tuve) y también espero no haber perdido lectores, ya llevaba un ritmo de publicación importante y había atraido a muchos lectores, espero que sigan por aquí.
Y bueno, no todo ha sido malo en estos 42 días, tengo un nuevo miembro en mi familia, un nuevo bebé, el pobre no pidió venir a la tierra, pero me encargaré de que tenga una bonita estancia en este lugar, por lo pronto lo llenaré de buena música y cuando comprenda le leeré al principito para que comience a imaginar desde pequeño. Por cierto, gracias a él puedo decirles que esa música de "Beethoven para niños" es un engaño, no los calma, el otro día estaba llorando como puerco antes de llegar al matadero y le puse una canción esperando que se calmara con los primero acordes y lo único que logró fue que gritará como mujer parturienta, así que recurrí a mis cidis y le puse el Huapango de Moncayo y se calmó, no sé si fue porque ya estaba cansado o porque en verdad la música lo tranquilizo, ya no he tenido tiempo de seguir experimentando, pero cuando tenga más resultados les informaré.
Y bueno, el único motivo por el cual me he despertado con un poco de emoción estos días es por el inminente concierto de Joaquín Sabina, faltan siete días, desde hace 60 estoy contándolos, Como sabrán desde hace unos años se volvió mi cantante favorito, por sus letras, por su vida, por todo. Lector compulsivo, escritor fracasado, adicto al whisky, a la cocaina y a las mujeres, toda una leyenda en el difícil arte de cantar poesías. Nunca pensé que podría verlo en vivo, pero por lo menos la vida no me negará esa dicha, bueno eso espero, porque justo cuando comenzó la gira en México sufrió un dolor y pensó que era un infarto y canceló su primer concierto, me tenía con el alma en vilo, todo fue una falsa alarma, todo sigue en pie, hasta hoy. Son de esos artistas que escuchó alguna canción nueva y me sorprende la complejidad de sus canciones, obviamente no todos son perfectas, pero tiene muchas muy buenas. Lo conocí por una canción que canta con Calamaro, ahora no sé a quién admiro más.sus letras me han ayudado a hacer menos miserable esta miserable vida, si pudiera se lo agradecería personalmente, probablemente el próximo viernes lo intente, si, me portaré como una quinceañera pueblerina, pero no importa.
Hablando de música, tengo muchas ganas de hablarles del nuevo "rock", recuerdo que hace muchos años me quejaba de bandas como Panda y alisson que hacían música horrenda, pues recuerden que si algo es malo siempre podrá empeorar y por difícil que parezca, no sólo lo han empeorado sino que la han hecho terriblemente aburrida y vacía.. Todo esto lo descubrí gracias al concierto de jipsters llamado Corona Capital y como todo el mundo estaba fascinado contando sobre las grandes bandas que tocarían ahí me puse a escuchar algunas y me dio una tristeza inmensa, la música cada vez tiene menos sentido, menos alma, ya todo es tan repetitivo, ya a todo le llaman rock, aunque sea una mierda que apesta al pop más comercial, pero bueno, ya entraré en detalle la próxima semana.
Me voy, espero que no me hayan olvidado después de tanto tiempo de ausencia, nos leemos la próxima semana, porque la vida sigue, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido.
adiós
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