sábado, 9 de junio de 2012

La tele

"..Y me dicen mil nombres, para detenerme, porque no pienso igual que toda la gente que ve televisa"
                        Armando Palomas




Hoy pensaba escribir un post triste y depresivo pero me di cuenta que no vale la pena escribir ni una línea de ese tema, no tendría sentido, la vida es una sucesión de desencantos, ya me estoy acostumbrando a todo esto, así que bueno, hablemos de cosas más bonitas como la literatura rusa y su influencia en los partidos de fútbol.



Hace mucho que no veo la televisión, la apague por voluntad propia, me deprimía mucho prenderla y ver como intentan enajenar nuestras mentes, sólo he visto la televisión mexicana pero me supongo que es igual de estúpida en todo el mundo. Gracias a la televisión tuve mis primeros traumas cuando era niño, cuando regresaba de la escuela mi hermana se ponía a ver “María la del barrio” y “La pícara soñadora” dos telenovelas mexicanas nefastas en donde una mujer pobre se enamora de un rico altanero que poco a poco se va enamorando de ella y gracias a su amor y dinero, logra hacer de la mujer alguien exitosa, bonita y con mucho léxico. Sin darme cuenta, esa idea se quedó en mi mente, todos los ricos de las novelas mexicanas, son altos, rubios y bien parecidos, todos los pobres, los sirvientes, los choferes, son morenos, chaparritos y gordos, si me conocen, saben que a pesar de mi evidente belleza física jajaja, no encajo en el prototipo de hombre rico, entonces sin percatarme siempre tuve la idea de que sólo los altos y rubios eran los indicados para ser ricos, sin darme cuenta me estaba condenando a un futuro sin futuro.



Eso fue hasta que conocí a los libros, el mejor regalo de los dioses en mi vida, por casualidad llegó a mí un libro de Óscar Wilde “El fantasma de Canterville” y desde ahí decidí que la televisión no era importante, por desgracia para mucha, muchísima gente es un medio de entretenimiento y por eso estamos así. La televisión nos crea necesidades estúpidas, el otro día vi un comercial sobre una crema para aclarar las axilas, otro para aclarar el color de la piel, para tener el cabello más sedoso, tonterías así totalmente innecesarias pero que como salen en la televisión la gente se da cuenta que las axilas se ven feas de ese color y es mejor aclararlas.



Gracias a la televisión nuestro machismo se ha arraigado casi hasta la locura, en todas las novelas, series o programas, la mujer siempre es al abnegada, la que recibe el maltrato, la que es menospreciada y para que sea el final feliz, el hombre le pide perdón, ella lo perdona y todos son felices por siempre, eso es muy triste, pero a nadie le importa. Hace mucho vi un programa horrendo que se llama “La rosa de Guadalupe” básicamente trata sobre una persona ordinaria que le pasa algo malo en su vida y cuando parece que todo está perdido y se lo llevara la tristeza, se le ocurre pedirle un milagro a la virgen de Guadalupe y por arte de magia todo se arregla, aunque eso suene sumamente estúpido es uno de los programas más visto en México. Tenemos más casos, “Laura en Ámerica” un tenebroso programa en donde las familias van a confrontarse, se reclaman sus infidelidades, sus fallas, se insultan, se gritan, se menosprecian, obviamente son actores pagados, pero es sumamente deprimente que ese tipo de programas se sigan trasmitiendo en este país y que tengan tanto éxito.


 Los noticieros son parciales, siempre cubriendo sus intereses, en las horas de mayor audiencia siguen transmitiendo novelas. Cuando yo veía esas novelas tenía seis o siete años, veinte años después todos sigue  igual, los ricos son rubios, aunque ahora todos son extranjeros, todos son argentinos o cubanos, nuestras televisiones están saturadas de cubanas que llegaron en balsas pero que como tienen unos pechos enormes, son motivo de admiración por todo el país. Si un día se despiertan y creen que su vida es tonta y aburrida, les sugiero que prendan la televisión y vean un programa que se llama “Hoy” es un insulto a la inteligencia humana, media docena de estúpidos hablando sobre banalidades como el inminente divorcio de alguna cantante, la infidelidad de otro, hablan de novelas y más novelas, si se preguntan porque nuestro México sigue siendo este nido de ladrones, asesinos y secuestradores, tan sólo prendan la tele y tendrán su respuesta.

Es absurdo que aun sabiendo que en el país se lee medio libro al año, la gente siga viendo la televisión, siempre hablan con mucha admiración de Alemania o Japón, de su asombroso desarrollo, hablan con envidia de Estados Unidos y Canadá pero en lugar de hacer algo para mejorar nuestro nivel educativo, se ponen a ver la televisión y reírse de tonterías, es tan fácil no pensar, es tan aburrido leer un libro, si me puedo divertir, ¿Para qué leo?
El otro domingo vi un programa en donde discutían acaloradamente, pensé que estaban discutiendo si invadíamos España o algo asi, pero después de verlo por cinco minutos me di cuenta que estaba discutiendo sobre un partido de fútbol y decían que la estrategia había sido un fracaso, que los refuerzos no funcionaron, era como si estuvieran hablando de la guerra, pero tan sólo era fútbol, lo peor es que ese tipo de programas pululan por la televisión nacional.

Todos sabemos que la verdadera revolución llegará desde nuestras casas, el día que decidamos apagar para siempre la televisión y tomar los libros. Las pocas veces que he prendido la tele sólo he visto eso que les conté, nunca he visto algo con respecto a la cultura, me supongo que si ha de haber algunos cuantos, pero están escondidos entre toda la mierda televisiva, les aseguro que si en lugar de ver “La rosa de Guadalupe” leyéramos algún cuento del “Llano en llamas” nuestro presente sería otro. Si en lugar de escuchar esa horrible música de banda que tanto promueven en la tele se pusieran a escuchar a nuestros autores clásicos veríamos la vida de otra forma, no habría tanta violencia, tanta ignorancia, tanta estupidez.  Si la gente en lugar de conocer la vida completa de Niurka o Ninel Conde se supieran los poemas de Sabines nuestro futuro sería otro, no estaríamos discutiendo sobre quien es el menos peor de los candidatos a presidente, si no el más adecuado. Sé que es difícil, que la televisión está enraizada en nuestra cultura, sé que un candidato prometió mejores telenovelas como promesa de campaña, sé que a mucha gente le es más fácil creer en los milagros guadalupanos que escuchar las andanzas de Juan Preciado por Comala, pero si no lo hacemos ahora ¿Cuándo?.

Yo que les propongo es que apaguemos la tele, dejemos de quemar nuestro cerebro, también les propondría dejar el feisbuk, es otra herramienta de enajenación, es adictivo, he visto a mucha gente en el trabajo pegados al celular todo el tiempo y me presumen sus planes con internet ilimitado , como si el internet y el feisbuk fueran los portadores de la inteligencia, debemos de hacer una revolución, pero una revolución con la televisión apagada, no demos más dinero a las televisoras, no permitamos que nos sigan enajenando con sus programas estúpidos, no permitamos que nuestro país se quede hundido en la mediocridad tan sólo porque es más fácil ver la tele que leer un libro.

Leamos, leamos y leamos, esa es la solución, cuando entendamos que la vida no sólo son melodramas baratos nuestro futuro será otro.

Y ya me voy, ya va a empezar mi novela, jaja.

saludos

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