Una noche en el infierno

"Ha de haberse hecho el cielo ahora con tu muerte, y un Dios justo y benigno ha de haberte escogido"
Jaime Sabines


Hoy tenía pleneado hablar sobre esta maldita guerra y el triste acontecimiento de Monterrey, pero eso lo dejare para otra ocasión, porque estamos escribiendo un post mi amiga Covy y Yo pero pronto lo publicaremos, mientras mi amiga decide que escribir, yo tengo algo que contarles.

Primero quiero dedicar este post en memoria de mi querido y extrañado Germán Dehesa, mañana se cumple un año de su muerte, si ustedes me leyeron hace un año, recordaran que escribí el post más triste de toda mi vida, me dolió tanto su muerte, todavía me duele mucho, ya sé que sonara exagerado, pero yo crecí, sufrí y viví leyendo sus columnas todos los días  siguiéndolo y leyéndolo en donde fuera, compraba revistas del corazón tan sólo para leer sus columnas, fui a un par de conferencias y estuve tentando a escaparme del funeral de mi abuela para ir a su conferencia, pero mi papá se dio cuenta y lo evitó. Lo único que me motivaba cada mañana al despertarme era que iba a leer su columna,creo que aprendí mucho de él, fue como mi padre literario. He de confesarles que lloré su muerte como si hubiese sido la muerte de un familiar,al cual veía todos los días  me platicaba todo y me enseñaba su filosofía de vida. En este momento, cuando el país está bajo esta estúpida guerra entre mexicanos, hace mucha falta, su sentido del humor, su sarcasmo corrosivo, sus frases inteligentes. Poco a poco he ido consiguiendo todos sus libros, justo hace una semana leí en un sólo día "La música de los años" y ya sólo me faltan por leer dos, me da una tristeza enorme terminar de leer sus libros, es como si se volviera a despedir. No creo volver a sentir esta tristeza por ningún otro escritor, él era parte de mi familia y de mi vida, su muerte fue tan inesperada, justo el día 26 de agosto anunció que tenía cáncer y el día 2 de septiembre murió. Ahora esta en un lugar mejor, no sé si este en el olimpo de los escritores, pero si en mi olimpo personal, lo extraño, lo extrañare pero como decía Jaime Sabines " Yo no quiero elogiarte como acostumbran los arrepentidos, porque te quise a tu hora, en el lugar preciso, y harto sé lo que fuiste, tan corriente, tan simple, pero me he puesto a llorar como una niña porque te moriste" Lo único que tengo seguro en esta vida es que mi anunciado libro sera en memoria de él, sería lo mínimo que puedo hacer para agradecerle todo lo que hicieron sus palabras en mi vida.

Y bueno, ya no quiero estar triste, aunque creo que ese párrafo no es suficiente para hablar sobre el Maestro Dehesa, pero como él nos enseño, tenemos que seguir viviendo y hoy quiero contarles una historia que me ocurrió hace también un año, una semana antes de la muerte de Germán y cambió mi vida para siempre.

Resulta que mi novia de aquellos tiempos era una fiel visitante de esos antros de mala muerte que abundan por la ciudad, pero cuando comenzó a andar conmigo la obligué a retirarse de esos lugares de perdición. Yo nunca en mi vida había ido a un antro, me daba asco, era un lugar en el cual yo no encajaba para nada, pero en un momento de debilidad mental, acepté ir con ella y aún sigo traumado de lo que vi  el infierno de Dante se queda corto con lo que yo viví aquella vez, tratare de hacerles una crónica pegada a la realidad, si alucino en algunos párrafos  ustedes disculpen, pero todavía me vuelven los temblores y comienzo a sudar frió nada más de acordarme, pero seré fuerte y les contare.

Era un sábado por la noche, me advirtió que me vistiera lo mejor posible, así que busqué entre mis escasa pertenencias la ropa menos fea y me la puse, me perfumé y salí dispuesto a conquistar el mundo, yo tenía une ligera idea de como eran esos lugares, así que ya iba predispuesto; llegue por ella y sale vestida como si fuera el día del juicio final, con su mejor vestido, con zapatillas  como si fuera a presentarse frente a Dios en ese momento para rendirle cuentas de su vida. Total que llegamos al famoso lugar que lleva por nombre " La bandida", ya desde ahí comenzamos con problemas, el nombre del lugar me parece naquisimo, una oda al mal gusto, pero en fin. Llegamos, un señor me pide que me paré y aborda mi coche, pensé que lo hacía por gusto y le dije: "Ah muchas gracias, es usted muy amable por estacionar mi coche" y me dice con cara de recién violado "son cincuenta pesos" puse cara de pocos amigos y le dije, que no, que yo mejor buscaba lugar ( no es que sea codo, simplemente...no, la verdad si soy un codo horrendo) y mi novia de aquel tiempo se indignó y me obligó a dejarle mi valioso coche a un desconocido y lo peor de todo, a darle cincuenta pesos. Después del trago amargo vino lo peor.

Llegamos a la puerta del lugar, que estaba atestado de personas vestidas que igual a mi novia en turno, hacía frió  entonces, casi todas traían chamarras o abrigos que les cubrían gran parte de su cuerpo, todo el mundo hablaba como estúpidos " si guey, ya estoy en el antro guey, simón guey, paro guey, aquí te espero guey, te traes a las morras guey, vai guey" ya desde ahí mi mal humor comenzó a ser evidente , nos acercamos a la puerta y vino la siguiente mala noticia, teníamos que pagar cien pesos para entrar, ¡todavía tenía que pagarles para entrar a su infierno¡ total, que sacó mi cartera y extraigo otro de mis escasos billetes, entramos al lugar y les juro por mi vida, que como entrar al infierno, estoy totalmente seguro que cuando me muera y me vaya al infierno, tendré que pagar cien pesos y dirá " La bandida".

Entramos al lugar y era oscuro, con humo por todas partes, de las bocinas vomitan "música moderna", ruidos y más ruido, que estoy seguro, eran mantras satánicos  porque la gente se movía como poseídas por alguna entidad satánica, movía su cuerpo como si estuvieran siendo invadidos por gusanos invisibles , había gente con sombreros y botas, como si estuviéramos en algún campo agrícola y lo peor, ¡gente con lentes de sol¡ eran las once de la noche, estábamos en un lugar cerrado y oscuro y lo peor, no había sol,¿ Para qué demonios usaban lentes? ¿ para verse nais?? eso me enojó más. Yo sabía que existían este tipo de seres pero nunca había visto tantos en un solo lugar. Seguimos caminando en ese lugar y las mujeres que afuera estaban cubiertas con sus abrigos y chamarras, acá estaban a nada de estar desnudas, vestidos casi hasta el pubis, los senos saludando a todos los visitantes , maquillaje de pirujas y una mezcla de perfumes que me dieron nauseas.  Buscamos un lugar donde sentarnos y casi no había mesas, llega el mesero, vestido como campesino de Nueva york, con camisa a cuadros, pantalón de mezclilla, botas y sombrero para el campo. Nos da la carta y todos las cosas estaban fuera de mi presupuesto, jajaja, todo era carisimo, yo decidí pedir un refresco y le rogaba a Dios que mi novia en turno, pidiera lo más barato, como era previsible, Dios no entra a esos lugares y mi novia en turno, pidió una bebida muy cara, total, todo fuera pinche dinero.

Después las bocinas cesaron de aturdir con su ruido del diablo y del escenario salió un tipo imitando a Michel Jackson y luego otro imitando a Elvis Presley, les digo, era como estar en un campo agrícola pero de Nueva York, el mal gusto se sentía por todas partes. Se acabó la parodia y luego salieron como doscientos tipos, vestidos iguales con instrumentos desconocidos para mi y comenzaron a tocar música horrible, música de banda, horrible, les juro que prefería la muerte a seguir escuchando eso. La gente comenzó a pararse de su lugar como si fuera un mandato y comenzaron a sacudir su cuerpo como si fueran invadidos por ataques epilépticos y de pronto, vino lo inevitable, mi novia en turno me pidió bailar. ¡Dios bendito¡, un minúsvalido baila mejor que yo, aparte eso de dar brinquitos y mover los pies, no es lo mio, pero estaba en mi época de mayor amor y accedí. Sobra decir que la pisé como cinco veces pero ella me engañaba diciendo " Que bien bailas" es como si yo le hubiese dicho " escribes mejor que Saramago" pues no, pero en fin, después de un par de canciones aceptó la realidad y decidió sentarse.

Después de un rato el ambiente se volvió denso, se podía tocar la lujuria que flotaba en el aire, todos pegaban sus cuerpos, la ropa les estorbaban, era un enorme ritual de apareamiento, me recordó mucho al ritual de apareamiento de los flamingos, ya ven que los flamingos solo se aparean si hay muchos flamingos haciendo lo mismo, pues ahí era una versión humana, era medio incomodo, las mujeres dejaban que tocaran su cuerpo los desconocidos, buscaban el contacto físico con todos, perdían la decencia, ahh pero el lunes, a primera hora, serían las primeras que exigirían igualdad y respeto a las mujeres. en fin. La música cada vez era más insoportable, pero el colmo llegó cuando  comenzaron a llegar las canciones a los narcos, todo el mundo las celebraba como yo celebro una poesía de Jaime Sabines, gritaban y estrujaban más sus cuerpos, le cantaban al "valiente" narco que traficaba la droga sin que lo detuvieran, al que mató a los federales que se les interpusó en el camino, estúpidos, pero luego, el lunes, cuando veían las noticias de los cientos de muertos que provocan los pinches narcos, se metían a su feisbuk a culpar al presidente por no hacer nada, pendejos.

Mi novia en turno vio mi evidente mal humor y aceptó, por fin que nos fuéramos  faltaba lo peor...la cuenta... por cinco bebidas, tuve que pagar 500 pesos, mejor nos hubiéramos ido al hotel con jacuzzi, jajaja, sólo fuimos a ver como se aparean los habitantes de León, a escuchar música horrible y a enojarme, estaba buscando el buzón de sugerencias para pedirles que pusieran en la entrada " Al entrar aquí  abandona toda tu esperanza" como dice Dante que está escrito en la puerta del infierno.

 Al salir, pedí mi lujoso coche, jaja, y tardaron 25 minutos en entregármelo  y todavía el estúpido que me pidió los cincuenta pesos,volvió a exigirme propina por hacer su trabajo, es como si yo pidiera propina en mi trabajo que vez que tomo una llamada, le di mis últimos 15 pesos y me puse a pensar seriamente en que iba a comer el resto de la semana. Fin de la historia y fin de mi vida en los antros de mala muerte, si son de León, me entenderán, sin son de otro país ahora si tendrán miedo de venir a México.

Asi terminó una de las peores noches de mi vida y si se preguntan como es que me puede acordar de tantos detalles después de un año, es porque llegué a mi casa y me puse a escribir una capitulo de mi novela en donde a mi pobre personaje le pasaba lo que yo viví y el capitulo termina diciendo " y esa noche, soñó con el infierno"

Bueno, perdón por escribir tanto, pero tenía ganas de hacerlo.



Lean mucho y salvaran al mundo
saludos.