Dolor

"Qué placer más palpitante y palpable que el dolor, eso nos hace reaccionar segundo a segundo; ¡que estamos vivos!
Jean Paul Sartre

Ya todo termino, por fin, para los que no sabía, porque esta vez traté de ignorar el dolor, la pinche uña se me volvió a enterrar, cada noche llegaba y metía mi pie en agua caliente para bajar la inflamación, me llevaba sandalias al trabajo, me dormía y mi pie quedaba descubierto para evitar que la cobija me lastimara, trataba de caminar lo menos posible, pero ya, esto era insoportable. Decidí ir al doctor despues de ver un programa en la tele sobre muertes estúpidas y vi el caso de un señor que pateó su caja fuerte y se le infectó la uña debido al golpe, nunca se atendió y despues de un mes murió porque la infección se pasó al torrente sanguineo,entonces, pensé que aun no es tiempo de morir y fui con el doctor. Toda la mañana estuve más nervioso que una quinceañera en un hotel de paso, no tenía hambre, mis manos estaban frias, intenté escribir en mi blog, pero en mi mente sólo veía la aguja y mucha sangre, al mediodia decidí que era el mejor momento para morir.

Cuando entré al consultorio me emocionó ver que el doctor tenía en su escritorio el libro de Hemingway " Adios a las armas", entonces, despues de inspeccionar mi dedo, me dio un veredicto que nunca imagine " tienes la uña enterrada" y me llevó a su bunker terrorista en donde tenía todos los instrumentos de tortura imaginables, mientras buscaba las mejores herramientas para destazar mi dedo, le pregunté que si le estaba gustando ese libro, porque a mi no me gustó tanto, y me contestó que no le gustaba leer, que le daba mucha flojera, que ese libro se lo habían regalado pero no le entendía. Fin de la conversación, eso me gano por andar de preguntón. Despues me dijo acuestate y no vayas a voltear, me imaginé que se estaba bajando los pantalones y me iba a hacer presa de sus bajos instintos...es lo minímo que te puedes esperar de una persona que no lee, que sea un salvaje y violador, pero no, hizo algo peor, me inyectó cuatro veces alrededor de mi dedo infectado e hinchado, estuve a punto de gritar, al fin no había nadie cerca, pero no, no podía quedar como una niña gritona frente a un doctor inculto, jaja, despues tratamos de hablar de otra cosa mientras la anestesia me hacía efecto,pero nuestros tópicos eran muy escasos, terminamos hablando de los narcos y la guerra en México, fue el mejor tema que se me ocurrió,porque de seguro el doctor iba a hablar de las chivas o el partido de México contra el congo, o no sé, cosa de las que plátican los que no leen, despues,ya bajo los benditos efectos de la anestesia, deshizo mi dedo y lo peor, ¡lo quemó¡ me quemó la raíz de la uña para evitar que se me vuelva a enterrar, parecía oficina de los narcos, olía a carne quemada, había sangre y gente inculta, jaja. Me dio su palabra de que nunca jamas se me iba a enterrar la uña, sería más fácil que los narcos se rindieran a que se me vuelva a entarrar..el problema es que sólo me garantizó esa uña, aún me quedan nueve uñas para que se me entierren, pero creo que ya pague tooodos mis karmas pendientes.

Ya pasó el efecto de la anestesía, me duele mucho, y como recordaran mi umbral del dolor es peor que el de una niña, tardé como una hora en bajar las escaleras para llegar a la computadora y escribir esto, pero si muero desangrado el dia de hoy, quiero por lo menos, haber escrito en mi último dia de vida, jaja. Ya sé que nadie me entendera, pero tenía que escribirlo, ya hasta se me quito el dolor, por ahora.

Y bueno, les quería contar otra cosa pero la verdad el dolor me impide pensar, prometo escribir otro post más interesante, pero ahora me voy a acostar, a leer a Cortázar y a proponerle a Dios que si quiere que lo perdone me quite el dolor y yo ya no escribo cosas malas del mundo.

Me voy amigos, nos leemos pronto.

saludos